La caverna de PjQNV

¡Saludos internauta! Quiero comenzar con una pequeña declaración, fui una única vez a un campamento, eso cuando tenía 15 años. Por lo que desconozco si todos son así de entretenidos :p
Este campamento se componía de unas cuantas cabañas: tenían techos de quincha y paredes de ladrillo; sus ventanas carecían de mosquiteros, lo que hacía insufrible la mega-fauna diversa de insectos. Su alrededor era un bosque mixto, principalmente pino marítimo, acacias y fresnos. Sotobosque no tan alto, pero dotado generosamente de helechos, cactus y otros vegetales que no sabría identificar.

Al caer la noche la penumbra era abrumadora alrededor de las cabañas, pero más inquietante era la obscuridad absoluta que había más allá de donde estábamos.
A algún sociópata de los organizadores se les ocurrió un juego, que si bien era sencillo era algo entretenido… debíamos cruzar el bosque que se encontraba en obscuridad total con una vela encendida en mano, perdías si se apagaba la vela. La premisa era sencilla, nos juntamos en grupos de 5 personas y nos adentramos a al aventura (que peligro ir en un bosque con fuego en la mano xD)

LA TRAMPA

Un pequeño detalle que no nos comentaron era que iban a intentar apagarnos el fuego, pero el problema no era ese, sino el disfraz que portaban. Vestían largos vestidos blancos, rasgados en su parte inferior, caras maquilladas pálidas y se movían en la obscuridad más absoluta. Nosotros no teníamos más luz que una simple vela, la cual si íbamos muy rápido se apagaba, más lentos nos soplaban la vela. Leyendo esta anécdota no asusta, pero vivirlo en carne propia fue increíble. La adrenalina corría; imagina estar en un bosque obscuro a mitad de la noche, y de golpe sin esperarlo ZAS… aparece un espectro sopla velas y te deja en la obscuridad más densa que hayas presenciado; el grupo emitiendo gritos desaforados y para rematar nadie tenía linternas o teléfonos. A lo lejos se vislumbraba las luces de las cabañas, por lo que fuimos corriendo en dirección a ella.
Ahí no terminó el jolgorio… cuando la mayoría de los grupos que perdieron la llama de su vela volvieron a reunirse, apagaron las luces. Hubieron más gritos, por suerte se apiadaron del grupo de mocosos que éramos y las encendieron después de unos minutos. Esa noche apenas dormí.

Así termina esta breve anécdota, sé que no se categorizaría como de terror. Pero estar en esa situación sin habérselo esperado fue de miedo :B


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